#democraciarealya #spanishrevolution El miedo al espíritu wiki

Me compré Indignaos de Stéphane Hessel hace un mes. Me supo a muy poco. Miraba a mi alrededor y estaba convencida  de que nunca, en toda mi vida, había vivido una época más conformista, más esclava, más aborregada lo que ensombrecía mi recién ganada libertad laboral.

Las tímidas quejas no salían de las barras de los bares y las sobremesas:
"Bajan los sueldos, suben los bonus a los directivos"
"Recortan las prestaciones de Sanidad, salvemos a la banca"
"Si un hombre: un voto, ¿cómo voy a votar listas electorales llenas de acusados de corrupción?

Detrás de todas esas quejas había una mirada llena de mieda, por esa amenaza velada que nos ha bloqueado hasta ahora: Todos podemos ser despedidos en cualquier momento, todos perderemos sin remedio la protección del estado... Miedo, miedo...
Después de la sorpresa de la primavera árabe, miraba las fotos que los propios manifestantes enviaban desde El Cairo y me ilusionaba viendo que quien salía a la calle era la pequeña y naciente clase media egipcia, no sólo los desheredados, no sólo los más jóvenes: las fotos nos enseñaban a todo aquel que tuviese un móvil y perteneciera a cualquier red social; interpreté entonces que estábamos frente a una genuina revolución.
Hay una foto de esos días que me emociona y me parece especialmente reveladora: Una mujer con un pañuelo para cubrir sus cabellos, protegiéndose seguramente de los gases lacrimógenos, sostiene en alto con su mano derecha un móvil con el que está haciendo una fortografía de los acontecimientos en los que participa y que con casi total seguridad, "subirá" a internet

Pensé yo entonces que era muy triste la apatía y resignación de todos mis conciudadanos, rodeados de políticos sin programa, entretenidos en increparse entre ellos, sospechosos de corrupción y alejados de la realidad de la calle y rodeados también de bancos irresponsables que nos han empujado a una situación financiera insostenible y a los que nadie reclama nada...!!!

De todo esto hace un mes más o menos. Hoy 22 de mayo acabo de votar para unas elecciones municipales que se me antojan un punto de partida de una nueva situación política en la que no podía ni pensar hace unas semanas.

La posibilidad de retransmitir al mundo casi sin intermediarios una opinión, la multiplicidad de medios de comunicación recogiendo cada gesto, cada palabra, cada suspiro de los "Indignados" de todas las ciudades españolas, ha cambiado las reglas del juego. 
Pero al margen del espectáculo mediático, al margen de la viralidad a través de twitter de propuestas, lemas y consignas... esta mañana, cuando he ido a votar y por primera vez en muchísimos años, he mirado una por una las papeletas de las diferentes propuestas y he pensado sorprendida que no conozco el programa de ninguna de ellas, ni conozco más que a los cabeza de lista de tres o cuatro partidos, que no soy capaz de explicar las diferencias entre un partido y otro que no vayan más allá de la anécdota... Y por primera vez, no he sabido a quién votar y he tardado un rato largo en decidir qué opción escogía.

Estuve antes de ayer y ayer en la Plaza Catalunya, escuchando emocionada como la gente argumentaba y proponía alternativas políticas a la crisis, a mano alzada, como hace tantos años..., con absoluto respeto a la discrepancia, sin un solo grito, con argumentos más o menos afortunados, profundos o manidos, pero en un ejercicio de democracia real que yo no recordaba desde los difíciles días de la transición tras la muerte de Franco.
Y ahora, estoy ilusionada...

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