Aprendiendo del grupo: cuando más se aprende es enseñando
Desde hace dos semanas no hay día sin sesión de formación, no hay día sin nuevas miradas curiosas, sin nuevos oídos atentos a mis palabras y cada día también me sorprendo al ver cómo me manipula el grupo, cómo consigue cambiar el discurso que tenía preparado. Cómo percibo hasta el más mínimo rechazo o complacencia, cada gesto a favor o en contra que van guiando mi pensamiento y mis palabras.
Jamás explico lo mismo aunque me lo proponga, nunca me paro en la misma imagen, ni dedico el mismo tiempo a cada idea.
El grupo manda y ordena, late al unísono como un sólo ente y transforma mis intenciones, modifica mis objetivos, cambia mis estrategias.
Retomo el control de mí misma lentamente e incorporados los deseos del grupo, navegamos por mares comunes...
Jamás explico lo mismo aunque me lo proponga, nunca me paro en la misma imagen, ni dedico el mismo tiempo a cada idea.
El grupo manda y ordena, late al unísono como un sólo ente y transforma mis intenciones, modifica mis objetivos, cambia mis estrategias.
Retomo el control de mí misma lentamente e incorporados los deseos del grupo, navegamos por mares comunes...
Comentarios
Publicar un comentario