Contra el edadismo: Experiencia es libertad
Empresas,
instituciones, profesionales… la sociedad entera es cada vez más consciente de
la “revolución demográfica” en la que estamos metidos. Vivimos tiempos de
longevidad extrema y de baja natalidad, lo que supone la aparición de una nueva
mayoría que “no envejece” pero que tiene muchos años. Las Administraciones y
los organismos sociales se ocupan de los “mayores de ayer”, a los que en su día
se les llamó “tercera edad”, dependientes, enfermos y empobrecidos , pero nadie
ve que la inmensa mayoría de los mayores de hoy disfrutan de buena salud y
están seguramente en su mejor momento profesional ya que aúnan experiencia y
expectativas de vida.
En 2017 la
esperanza de vida desde los 65 años es de unos 25 años, así que desde la actual
edad de jubilación da tiempo de sobra a desarrollar un nuevo ciclo profesional
completo si así se desea para una gran mayoría de trabajadores sénior en
perfecto estado de salud, con interés en seguir desarrollando su actividad
profesional y seguramente con la necesidad de incrementar sus ingresos ante las
constantes amenazas sobre el recorte de las pensiones de jubilación.
Pero en nuestro
país la mayor parte de reflexiones, jornadas, eventos sobre el desarrollo del
Talento tratan cómo abordar la incorporación al mercado laboral del colectivo
millenial, pero ni una palabra sobre un
colectivo mucho más numeroso y tan preocupado por su futuro laboral como el de
los millenials: el de los babyboomers (45 a 64), trabajadores sénior de más de
45 años que suponen en España casi 13 millones de personas, muchas de ellas en
transición laboral, por no decir fuera del mercado laboral.
Se trata de un
colectivo que pronto será mayoritario ya que actualmente hay en España más del
doble de mayores de 50 años que menores de 18 y por tanto ocuparán gran parte
de los programas y proyectos de futuro de los departamentos de Recursos Humanos
desarrollando programas de Age Management (Gestión de la Edad) abordando tanto
lo que se refiere al desarrollo y actualización profesional de este colectivo,
al aprovechamiento del talento sénior como a la gestión de las relaciones
intergeneracionales.
Suspiramos por
un nuevo babyboom para resolver el problema de las pensiones cuando ya tenemos en marcha la revolución que
puede ayudar a resolverlo: el “greynyboom” de los “Golden Workers” mayores de
45 que voluntariamente querrán seguir siendo productivos superada la barrera de
los 65, 66,67… sea cual sea la edad de jubilación que se plantee.
Si algo es
urgente es mantener la empleabilidad de los trabajadores sénior para no
condenarlos al ostracismo en su mejor momento laboral: en el que se unen
experiencia y salud, conocimiento y práctica.
Es urgente en
este sentido la revisión de los planes de formación de las organizaciones
contemplando esta nueva necesidad a partir de planteamientos personalizados y
basados en el aprendizaje basado en proyectos que permita un balance de la
trayectoria profesional de los trabajadores sénior, una reflexión profunda
sobre su propio talento y su estilo de aprendizaje, les ayude a afrontar un nuevo reto
empoderándolos, les prepare para tareas y responsabilidades de futuro, no de
presente y les permita relanzar su carrera profesional.
Tenemos que ayudar a los trabajadores sénior a transformarse y adoptar nuevos roles profesionales que les permitan construir su Marca Personal , aquello que les diferencia y distingue del resto de profesionales de su sector, los conocimientos y experiencias que les hacen únicos y que constituirán la base de su carrera ENCORE, la nueva propuesta profesional que ofrecerán a las empresas u organizaciones y que configurará este nuevo ciclo profesional que se inicia en la "nueva madurez".
Si ahora “Aprender
es el trabajo” será fundamental dotar de recursos para seguir facilitando su
desarrollo a los Golden Workers que “no envejecen”, EVOLUCIONAN.
www.seniorcarisma.com |
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