Infoética: los profesionales como embajadores de la marca

Internet es hoy una cibersociedad que realiza la utopía de la unión de los humanos a través del conocimiento: la fraternidad universal y la biblioteca de Babel, ambas las dos, parecen realizarse con sólo dar un ligero golpe de ratón o con sólo rozar la pantalla táctil. Ramon Alcoberro



En España somos alrededor de 24 millones de internautas de los que alrededor de la mitad accedemos a internet diariamente desde casa o desde el trabajo y el 25% afirma que está permanentemente conectado, según los datos del Informe de Telefónica sobre "La Sociedad de la Información en España 2012"

Para cualquiera que trabaje en una oficina es impensable no disponer de acceso a Internet. Pero, cuántos jefes se quejan de que los empleados pasan demasiado tiempo navegando con fines personales, accediendo a su correo electrónico personal o a las redes sociales...

Muchas empresas restringen el acceso de los trabajadores a ciertas páginas de internet para evitar pérdidas de tiempo. AENA por ejemplo ha limitado el uso de internet a sus empleados a 20 minutos al día. Aunque los responsables de Recursos Humanos más innovadores afirman que la prohibición o la restricción del acceso al Internet no mejora el desempeño de los trabajadores y que estos "esparcimientos" cibernéticos pueden ayudar a incrementar la productividad y la motivación.

Lo cierto es que estas restricciones son una manera de poner puertas al campo, ya que cada vez más trabajadores asisten al trabajo con un smartphone en su bolsillo que les da acceso en cualquier momento y lugar a Internet y les permite interactuar en redes sociales desde el trabajo cuando quieran.

Informe 2012 de Telefónica

Añadir a esto el creciente fenómeno BYOD, que facilita que los empleados utilicen en el trabajo sus propios dispositivos, fruto en muchas ocasiones, de no poder reponer regularmente los dispositivos que proporciona la empresa. En este sentido transcribo un  artículo publicado en Silicon News que puede explicar alguna de las razones de este fenómeno.

Los trabajadores pierden dos horas a la semana peleándose con su ordenador

Al año se pierde una media de cuatro días por trabajador en tiempo perdido mientras el servicio informático se encarga del ordenador. Los trabajadores de oficinas tienen una bestia negra para su productividad: su propio ordenador. Los empleados pierden una
Al año se pierde una media de cuatro días por trabajador en tiempo perdido mientras el servicio informático se encarga del ordenador.
Los trabajadores de oficinas tienen una bestia negra para su productividad: su propio ordenador. Los empleados pierden una media de entre hora y dos horas a la semana enfrentándose a los problemas generados por los sistemas informáticos de la empresa, según concluye en un estudio la consultora BCN Binary. Al año serían 100 horas perdidas en problemas informáticos, algo más de cuatro días.
Las empresas parten de la base de que es mejor parchear los errores de los equipos informáticos antes de solventarlos, lo que mirando el número de horas que se acaban perdiendo en los arreglos no acaba saliendo a cuenta. “Esta merma de tiempo, a la larga, se transforma en una merma de productividad, lo que se traduce, finalmente, en una pérdida importante de dinero para la empresa”, apuntan desde la consultora.
Además de la caída en productividad, los errores de los equipos también generan malestar en la plantilla. El 33,7% de los trabajadores consideran que los fallos de sus ordenadores son una fuente de estrés.
Pero al margen del envejecimiento del parque tecnológico de muchas empresas, internet se está convirtiendo en una extensión de nuestra memoria, algo intrínsecamente relacionado con nuestra personal gestión de la información y las relaciones. Ya no accedemos a Internet exclusivamente desde el ordenador. Exigimos que cualquier dispositivo nos permita acceder a Internet.


Es hora pues de que las organizaciones se planteen incorporar la actividad de sus empleados en internet como parte de la difusión y creación de reputación de la marca. 

Hay que pactar los límites, enmarcar las actuaciones, compartir los beneficios de un buen posicionamiento tanto para la empresa como para la reputación profesional del trabajador. Sumar fuerzas en lugar de enfrentarse en un  momento en el que "todo está en Internet" y "si no está en Internet, no existe".

Prohibir o restringir en la empresa el acceso a Internet pertenece a la época en la que la información era "poder", mientras que ahora compartir da "poder". Es el momento del prosumidor que escucha, aprende, conversa, participa, colabora en internet y ya no distingue entre su vida privada y su vida profesional, ya que lleva en su bolsillo la llave de acceso a la información y a la comunicación, su smartphone.

Es hora pues de que las organizaciones elaboren de manera colaborativa su

"Guía de Usos y Estilo en las Redes Sociales"

que indique a cualquier profesional cuáles son los límites, qué valores quisiera difundir la empresa en internet y qué beneficios profesionales en referencia a su propia reputación profesional, obtendrá el trabajador por su participación en las redes sociales y en Internet, en general.

Esta guía tiene varios cometidos, el principal pedagógico, de homogeneización del conocimiento que tienen los empleados sobre las características de cada una de las redes sociales, a las que normalmente hemos accedido de manera intuitiva y sin un análisis de qué significa actuar en cada una de ellas. El dotar de competencias y habilidades digitales a los empleados, resuelve la mayor parte de problemas de "mal uso" de las redes sociales por parte de los empleados.

La guía debe así mismo delimitar las responsabilidades individuales de la participación tanto a nivel personal como a nivel profesional de los empleados explicando claramente cuáles son los objetivos de la marca en su presencia en la red.

El problema es evidente: las organizaciones han trabajado intensamente en convertir a sus clientes y usuarios en fans. La mayoría de departamentos de marketing se han sumado a los beneficios que reporta el marketing online, pero de cara a dentro, en lo que se refiere al "engagement", a convertir a los empleados en fans de la marca, creo sinceramente que las políticas de recortes y reestructuraciones, poco han favorecido que un profesional sienta los "colores" de la marca.


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Con la cooperación de  nuestros empleados posicionaremos nuestra marca de forma natural. En estrecha colaboración podremos establecer una relación "win-win" en la que nuestros profesionales puedan ganar reputación profesional representando a nuestra marca y la marca gane prestigio precisamente por las aportaciones en las redes de sus empleados.

Recomiendo en este sentido el artículo de Manpower del que adjunto un par de párrafos:

Redes sociales y empresa
Cómo aprovechar el poder de los social media

Alineación y compromiso de los empleados. 

Mantener a los empleados implicados intelectual y emocionalmente con su trabajo es un factor esencial para el éxito de cualquier empresa. Los social media son particularmente adecuadas para las comunicaciones que pretendan mantener a los empleados en conexión con la misión y la visión de la organización. Por ejemplo, los directores pueden utilizar los social media para establecer y mejorar
un diálogo bidireccional con los empleados y reforzar así la percepción de que “todos estamos en el mismo barco”. De modo parecido, las redes sociales lideradas por una empresa pueden ayudar a forjar conexiones vitales entre equipos de oficinas lejanas, consiguiendo garantizar que los empleados se sientan vinculados y centrados en la tarea que les ocupa. Además, los miembros de la llamada millennial generation (las generaciones del fi nal del milenio), que se incorporan ahora a la población activa, exigirán poder utilizar las mismas herramientas de social media con las que se mantienen conectados con sus amigos.

Permitir que los empleados “sean los dueños” del buen gobierno corporativo.

La base de cualquier red social sana es una comunidad comprometida. Permita que sus empleados ayuden a desarrollar y a hacer cumplir las directrices de la empresa.
Este enfoque seguramente atraerá a los empleados más proclives a utilizar los social media y fomentará la confianza en los objetivos de las directrices que finalmente se establezcan.

Algunas guías de Usos y Estilo de las redes sociales:

http://www.gencat.cat/xarxessocials/pdf/v1_guia_usos_xarxa_es.pdf
http://www.jcyl.es/junta/cp/Maquetacion_guia.pdf
http://www.fsc.ccoo.es/comunes/recursos/15693/1718811-Guia_Las_Redes_Sociales_y_CCOO.pdf

u.jimdo.com/www61/o/s98e249b246cdca5b/.../G_rrss.pdf?px-hash...

Guías de Uso de las redes sociales en empresas internacionales:

http://socialmediagovernance.com/policies.php

Cómo redactar una guía de uso y estilo de las redes sociales en el blog de Agamezcm

http://www.agamezcm.com/2013/01/redes-sociales-guia-de-uso-y-estilo.html



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