Aprendizaje basado en problemas PBL y madurescencia

Aprendizaje basado en problemas (ABP) y madurescentes en reinvención.

madurescente sesion magistral Laura Rosillo
La necesidad de estar permanentemente en reciclaje, formándonos día a día parece que es ya una realidad incontestable para los profesionales maduros que, por una u otra razón, debemos permanecer empleables y visibles para sobrevivir en el mundo profesional. 

A pesar de que los adultos tenemos muy interiorizado el modelo magistral de transmisión del conocimiento, cada vez nos resulta más dificultoso asistir a una sesión de formación con la boca cerrada. Nos removemos en la silla, negamos interiormente muchas de las afirmaciones del ponente, garabateamos nuestro parecer en el papel en el que pretendíamos tomar notas..., todo nos suena a "déjà vu"...

Aprendizaje PBL Laura RosilloTampoco nos encontramos muy cómodos en esas dinámicas de grupo participativas porque en nuestro modelo de escuela, la que sufrimos de pequeños, estaba castigado el trabajo en equipo, se potenciaba el esfuerzo individual y la competencia a muerte entre compañeros.

Acudimos por ello al autoaprendizaje, ese "googlear" compulsivo buscando nuevas herramientas y nuevas tecnologías que nos permitan estar al día y que, en muchos casos, nos supone una enorme pérdida de tiempo, por más que tengamos nuestras alertas y RSS bien definidos, y una amarga sensación de lo infinita que es nuestra ignorancia.

Hay que "desaprender" como indicaba en mi post anterior y construir nuevos sistemas de aprendizaje que se adapten a nuestro momento vital en el que acumulamos mucha experiencia pero desconocemos los nuevos paradigmas.

Debemos transitar del aprendizaje individual al trabajo colaborativo como sistema de aprendizaje, utilizando metodologías como PBL, Aprendizaje basado en problemas, una metodología que tanto puede aplicarse de forma presencial como virtual y que combina muy bien la aportación de la experiencia de cada uno de los miembros del equipo, como de su estudio e investigación particular para aportar su granito de arena a la resolución colectiva de un problema común.



Se presenta el problema, se identifican las necesidades de aprendizaje, se busca la información necesaria y finalmente, se regresa al problema.


proceso PBL Laura Rosillo
Y el proceso para poner en pie una sesión de PBL sería:

Constituido el grupo se les entrega el problema a resolver en un escrito que no supere las 25 líneas.

El primer paso consiste en identificar los puntos clave del problema para delimitarlo y definirlo. Las aportaciones individuales de cada participante se recogen en post-it's si se trata de una sesión presencial o en un chat si es un webinario y en forma de debate o de foro se intenta consensuar la redefinición del proble-ma. Se redacta de nuevo el planteamiento entregado al inicio de la sesión.

A continuación se genera la lista de temas a investigar, los objetivos a cubrir y las tareas a realizar. Junto al listado, se anotan también los recursos disponibles: documentación interna, búsqueda en internet en diferentes buscadores, portales y webs, entrevistas internas y externas a compañeros, a partners, a expertos.

Se deciden las tareas a realizar en grupo y los temas que se estudiarán de forma individual. En primer lugar, cada participante de forma voluntaria selecciona aquel aspecto que quiere investigar por su cuenta y en segundo lugar el coordinador de la actividad, que tanto puede ser un consultor externo como uno de los miembros del grupo,  distribuye las tareas que han quedado pendientes y forma los equipos de trabajo colaborativo. 

En una segunda sesión, se elabora el mapa conceptual del problema a partir  de la información aportada por cada participante y por cada uno de los grupos de trabajo, se agrupan las ideas, se jerarquizan y se señalan las conexiones entre ideas (Grupo Nominal/Pannel).

Finalmente en formato debate, seminario, phillips66 o simposio (el que resulte más adaptado al estilo docente del conductor de la sesión) se elaboran las soluciones al problema planteado, explicando las causas del problema con los fundamentos teóricos resultantes de la investigación realizada.

La intervención del docente o consultor se limita a la primera definición del problema y a la dinamización de las dos sesiones.

Es una metodología recomendable con grupos de profesionales maduros porque permite que cada participante aporte una parte de la solución, trabaje de forma colaborativa y siga su propio ritmo de aprendizaje.





 


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