La nueva fuga de cerebros: los babyboomers se desvinculan de la empresa.
"Era viejo a los 40 años pero ahora vuelvo a ser joven", Robert Janz en el Periódico 12/10/2016
Imagen: EL MUNDO |
Saldrán expulsados por un miope edadismo (discriminación por edad) que no advierte que si miramos la evolución de la pirámide de edad en nuestro país y la revolución demográfica que supone un incremento constante de la esperanza de vida y en buenas condiciones para la mayoría de la población, el futuro de la fuerza de trabajo es "sénior", sin lugar a dudas. Son los trabajadores maduros los que conformarán el grueso de la fuerza laboral en breve.
Saldrán expulsados por una miope política de prejubilaciones como medida única para ahorrar costes en masa salarial que cosifica a los profesionales e ignora el precio de la pérdida de experiencia. Gran parte de estas prejubilaciones no suponen relevo generacional sino la extinción del lugar de trabajo, en muchas ocasiones sustituido por una máquina que no resolverá con imaginación, pasión e intuición la necesaria transformación de la empresa.
Son las empresas las que envejecen, los trabajadores... evolucionan.
Saldrán expulsados indirectamente tras años de permanencia inmutable en un mismo lugar de trabajo, desempeñando año tras año la misma función, a cargo del mismo proceso un día tras otro... hasta llegar al límite y tirar la toalla en forma de profunda crisis que desemboca en un presentismo (¡tantos trabajadores "zombies" que "están" pero no "son"!) o en una patología que les aleja de la empresa que los enfermó.Los más valientes salen por sí mismos de la empresa en plena crisis madurescente iniciando así un proceso de renovación personal que en muchas ocasiones les devuelve la vida, y hace que se reencuentren con su talento.
Saldrá de la empresa, si no lo remediamos, una generación cuyas características laborales se definen por estar orientados a resultados, ambiciosos, idealistas, competitivos, optimistas y orientados a personas y que, además, acumulan décadas de conocimiento sobre la organización e información clave sobre los clientes, proveedores, partners, sector...
Se trata de una nueva fuga de talento tan devastadora para las empresas como la de los jóvenes que salen del país en busca de un horizonte laboral mejor. Así que, a la dificultad de captar talento joven, le añadiremos ahora la pérdida del talento experto y de la memoria institucional de los procesos, las relaciones y los valores de la organización. Eso sí, nos quedarán las máquinas... y habremos rebajado costes, ¡sin duda!
Y hablando de costes... Los trabajadores boomers tendremos de media alrededor de cuatro puestos de trabajo a lo largo de nuestra vida laboral y dicen los que estudian la evolución del mercado de trabajo y las diferencias generacionales, que los millenials, y los que les sigan, cambiarán de trabajo cada dos o tres años.
Esta alta rotación incrementará los costes asociados a la cobertura de vacantes y la formación de integración en las empresas, cuando seguramente sería menos costoso invertir en el aprendizaje y desarrollo de los empleados que ya trabajan en la organización sea cual sea su edad para garantizar su retención y su adaptación a los continuos cambios a los que deberán enfrentarse con toda seguridad todas las empresas en los próximos tiempos.
Aumentar la flexibilidad laboral es una buena medida para retener el talento de Boomers, Gen.X y Millenials, adquirir tecnología para mejorar lugar y ambiente de trabajo también lo es, pero posibilitar el aprendizaje continuo, el trabajo por proyectos multigeneracionales, responsabilizar a cada profesional en su propio desarrollo y darle autoridad en la toma de decisiones para que se sienta dueño de su trabajo son medidas mucho más eficaces y... eficientes.
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