Consultor autónomo: los nuevos Ulises

No se puede predecir el futuro pero sí escoger el camino por donde llegar a él. 

Los nuevos artesanos del conocimiento

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Surgidos de las cavernas de las empresas del siglo XX, inician su nuevo periplo, su increíble aventura, madurescentes en su segunda, tercera, incluso cuarta reinvención. Cambiaron seguramente ya de pareja, tal vez de ciudad y toca otra vez, una vez más, cambiar de oficio.

Casi todos los sectores están experimentando un cambio masivo y la consultoría ni puede ni debe ofrecer metodologías y recursos que respondan a estructuras organizativas que no tienen futuro.

Asesorar sobre la adecuada dirección estratégica y ayudar en la planificación e implementación de los cambios necesarios debería ser la misión principal del consultor.

Esto implica estar a la última, y con mayor rapidez que sus clientes, en tendencias tecnológicas y económicas. Implica también la globalización de sus servicios dada la globalización de las empresas que desean obtener un servicio para todas las filiales, estén donde estén.

Los reajustes de las plantillas y los ERES que se están produciendo  suponen un gran incremento de la competencia en el sector de la consultoría, ya que muchos de los expulsados del sistema optan por ofrecer su experiencia como servicio y eso obliga a repensarse y reinventarse continuamente, buscando el servicio que nos diferencie, que nos haga únicos y necesarios.

La posibilidad del uso a través de Internet de herramientas para el intercambio de conocimiento y de información están cambiando los procesos dentro de las organizaciones y por lo tanto las necesidades de consultoría de nuestros clientes.

Las herramientas que proporciona la Internet Social permiten una mejor gestión del conocimiento y el trabajo en equipos virtuales repartidos por todo el mundo trabajando en el mismo proyecto. Eso se puede replicar idénticamente en pequeñas consultorías que, superando las limitaciones de la ubicación, cooperen en redes virtuales.

Áreas como la gestión del conocimiento y el aprendizaje organizacional, la gestión de los recursos humanos, la gestión del cambio y el desarrollo de estrategias globales son las áreas de crecimiento previsibles en el campo de la consultoría.

Incorporando la innovación constante, ya que el cambio profundo que están sufriendo las organizaciones hace surgir nuevos problemas cuya solución no se halla en modelos del pasado sino que requieren nuevos planteamientos y desarrollos.

Fundamental será también la gestión de la reputación a través de las redes sociales en un mundo en el que el cliente final es prosumidor activo y participa en la construcción de la marca.

Y finalmente, los consultores necesitan desarrollar una red de alianzas para fortalecer su conciencia gremial en un momento de fuerte incremento de la competencia y aumentar su gama de servicios a través de la cooperación con otros consultores.