Cuidarse, cuidar, compartir... Economía Plateada
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El jueves tomé el tren muy temprano, el congreso al que tenía que asistir comenzaba a las 9:00 h de la mañana y en un lugar de Barcelona al que se tarda en llegar.
Por segunda vez me encontré con Eli, venezolana, 58 años, cuidadora nocturna en una residencia de mi pueblo, que cada día, cuatro días a la semana, trabaja de noche y vuelve a su casa en Barcelona a las 7:00 h de la mañana.
Su hijo pequeño de 16 años pasea perros de su barrio cuando vuelve del colegio. Cobra cada día 10 € por ese trabajo, mientras que Eli cobra 7 € la hora por cuidar a personas a las que da de cenar, atiende su higiene personal, escucha sus historias, las acompaña al baño, vigila su sueño, alerta de cualquier urgencia. Le gusta su trabajo, le enternece y le satisface por duro que sea.
Nos hemos sentado juntas y el viaje se ha hecho corto conversando sobre su trabajo y mi vida como jubilada.
Hemos hablado del papel de la robótica y la tecnología en su trabajo, de los aparatos que tiene a su disposición para manipular el cuerpo de un anciano enfermo, para darle la vuelta en la cama, levantarlo de una butaca, grúas, brazos articulados…
Eli reflexiona que lo importante en su trabajo no es dominar botones y palancas, sino dar la mano a una persona que se ha puesto nerviosa, escuchar por enésima vez la historia de cómo Dolors conoció a su marido, intuir que el silencio que viene de la habitación 16 no es normal, mirar a los ojos a Manuel y saber que no se encuentra bien.
Lleva 5 años como cuidadora y se queja de que la experiencia en este campo no se reconoce y se da como convalido con algún curso reglado.
Me habla de sus hijos que le reprochan que trabaje de noche y pase gran parte del día descansando en lugar de atenderlos.
Tiene brillo en los ojos cuando habla de sus hijos, a los que crio sola, y de lo bien que se han situado en España y lo que le ha costado que acabaran los estudios (la mayor es auxiliar de farmacia y el mediano tiene una furgoneta y trabaja para una empresa de mudanzas). ¡Qué orgullosa está de sus logros!
Hablamos de WhatsApp, YouTube, Instagram, Tiktok y de cómo le ayudan a superar sin sueño su trabajo nocturno y a mantener el contacto con su familia en Venezuela.
Hablamos de la muerte de nuestros padres y de si pudimos o no cuidarlos en sus últimos días y despedirnos de ellos.
Hablamos de la “pobreza del tiempo” de las mujeres: no tuve tiempo para los estudios, no tuve tiempo para leer, no tuve tiempo para viajar..., sólo tuve tiempo para cuidar a otros.
Llegamos a nuestro destino, el viaje ha pasado en un soplo, y yo me encamino hacia el Foro Europa-ALC sobre Economía Plateada con un talante muy diferente al de ayer cuando comenzó el evento.
El foro de la Economía Plateada comenzó el miércoles 22 de enero en Barcelona Activa y recojo alguno de los datos que nos facilitaron sobre la ciudad de Barcelona y la Economía Plateada y sobre algunas de las interesantes aportaciones que surgieron a lo largo de todo el Foro:
1 de cada 5 personas mayores de 80 años vive sola.
1 de cada tres personas tendrán más de 65 años en el 2060.
En España, el 2017, los mayores de 65 años superaron en número a los menores de 5 años por primera vez en la historia.
El 35% de los trabajadores del “sector cuidados” lo hacen desde la economía sumergida, y es el sector refugio en el que entran las personas migrantes a lña espera de un trabajo mejor.
Se espera que en los próximos años se creen en Barcelona 20.000 puestos de trabajo en el “sector cuidados”.
Mi compañera de viaje Eli tiene el trabajo asegurado en un futuro y esperemos que mejor pagado y con la posibilidad de rotar a las mañanas, como es su deseo.
La robotización y la inteligencia artificial seguramente harán desaparecer muchos trabajos que virarán hacia el “sector cuidados”, aportando el valor añadido de la humanidad del trato.
En Cataluña actualmente se contabilizan 122.000 empleos de la Economía Plateada.
Miriam de Paoli nos habla de que, por primera vez en la historia desde la Peste Negra, el mundo entra en un período de despoblación.
Japón pierde 100 personas por hora.
Se especula que España puede pasar de los 48 millones de habitantes actuales a 23 millones al final de este siglo.
En el 2050 3 de cada 4 países tendrán una tasa de natalidad por debajo de la tasa de reemplazo y el mundo tendrá 2.000 millones de personas mayores de 60 años.
Y el grueso de la población mundial se va a encontrar en África (jóvenes) y en Asia (mayores), donde actualmente vive más de la mitad de la población mundial.
Así que, el gran reto de la longevidad que nos ha regalado el siglo XXI es incrementar la esperanza de vida “saludable” para lograr sociedades más productivas por más tiempo.
La población “sénior” es uno de los recursos naturales de nuestro mundo: apostemos por el emprendimiento jubiloso y por un futuro intergeneracional.
“Los años saben cosas que los días ignoran”, Gian Galia, Fundació Romero.
Recomiendo encarecidamente la lectura del artículo de Andrew J. Scott, Catedrático de Economía en la London Business School “De una sociedad que envejece a una economía de la longevidad” para CENIE, que profundiza sobre esta revolución demográfica.
https://cenie.eu/es/de-una-sociedad-que-envejece-una-economia-de-la-longevidad
Dice Scott que la nueva longevidad ha creado un nuevo imperativo humano: la importancia de envejecer bien. Hace hincapié en la necesidad de centrarse en la prevención para que el envejecimiento saludable alcance al mayor número posible de personas.
Comenta que las consecuencias del alargamiento de la esperanza de vida son: el cambio en la percepción de que la jubilación supone detener drásticamente la vida laboral y productiva, hacia una concepción más flexible y escalonada hacia el trabajo flexible y a tiempo parcial y la mayor participación de los profesionales sénior en la economía colaborativa.
Le segunda consecuencia tiene que ver con la necesidad del aprendizaje a lo largo de toda la vida, tanto profundizando en conocimientos y habilidades ya adquiridas como en la transformación de esas competencias para adaptarse a los cambios constantes (Rekilling).
Y en tercer lugar, con la creación de puestos de trabajo o de colaboración con características favorables a la edad en funciones en las que los profesionales de más edad detenten una ventaja competitiva.
En definitiva, el futuro también es SENIOR. Somos la nueva mayoría y queremos seguir contribuyendo a la mejora de nuestra sociedad.
https://www.eleconomista.es/economia/noticias/12088190/12/22/La-generacion-mayor-de-55-anos-aporta-el-25-del-PIB-en-Espana.html
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